Daños al Cabello

DAÑOS AL CABELLO

Daño Químico

Todos los tipos de tratamientos químicos como el tinte, mechas, luces o reflejos, alisamientos, queratinas, permanentes, entre muchos otros, resecan el cabello y modifican su estructura natural. Son maravillosos porque nos permiten cambiar nuestro look y estilo de peinado, pero al mismo tiempo muy dañinos para la salud del cabello.

Los tratamientos químicos de alisados y permanentes cambian la forma del cabello debido a los agentes que contienen, que primero rompen los enlaces de azufre que le dan al cabello su estructura. Luego, se le da al cabello una nueva forma y se neutraliza. Éste es el término que se le asigna a la restructuración de los enlaces químicos en sus nuevas posiciones, el proceso que fija permanentemente el cabello en su nueva forma. Cabe destacar, que este proceso elimina la capa de protección de la cutícula (responsable de brillo y textura) y la capacidad de retener la humedad (hidratación) del cabello.

Los tintes y colorantes causan el mismo daño permanente a la capa de protección de la cutícula, ya que abren las escamas de queratina con productos alcalinos para que el color penetre, provocando que la corteza quede expuesta. El cabello se siente muy frágil, quebradizo y sin brillo porque los rayos de luz no se reflejan con armonía, pierde sensibilidad (porque la grasa, los lípidos, es lo que proporciona este beneficio) y, finalmente, tiene tendencia a caerse.

Daño ambiental

La exposición constante a elementos como el mar (sal) Piscina (cloro y ozono) y la contaminación también afectan la cutícula. La luz ultravioleta del sol afecta la cutícula en forma similar a la decoloración, y con el tiempo desintegra la proteína de queratina del cabello. Esto origina mechones claros y resequedad en el cabello. Es particularmente problemático para el cabello teñido, que puede verse comprometido. Si planificas pasar tiempo en la playa o exponerte al sol por un período prolongado, un sombrero es una excelente forma de proteger el cabello.

Daño térmico

En el caso de la plancha, secador y buclera o tenaza, el calor excesivo también

puede romper la capa de protección, exponiendo la corteza y las capas internas de las hebras. Cuando esto ocurre, el cabello pierde su capacidad de conservar sus proteínas naturales y también vitaminas, porque ya no está sellado. Esta deficiencia en la capa de protección y la acción del calor en el núcleo de la célula puede hacer que el cabello hierva y se formen burbujas de calor dentro del reblandecido cabello. El olor a chamuscado proviene de la combustión de la cutícula.

Para protegerse contra los efectos del calor excesivo durante el secado o el estilo de su cabello, recuerde siempre utilizar un tratamiento termoprotetor que formará un escudo protector sobre las hebras evitando la alteración y pérdida de la capa protectora de queratina, la restauración y el mantenimiento de la hidratación.

Minimizar el uso de calor en el cabello y configurar las herramientas térmicas para peinados a la temperatura más baja posible funcionará muy bien para mantener tu cabello suave y saludable.

Daño mecánico o por fricción

El cabello es bastante robusto por naturaleza y puede resistir en gran medida el embate de los peinados, pero de todos modos el cepillado y peinado en extremo pueden dañarlo, especialmente si está mojado o enredado. Hay que tener especial cuidado con los peines de metal al igual que con los peinados batidos (para dar volumen al cabello), dado que tiran de las escamas de la cutícula y pueden causar daño. Si las delicadas escamas de la cutícula están levantadas, pueden desprenderse la próxima vez que un peine pase por encima de ellas.

Para conocer los mejores consejos contra el daño capilar, vea este video (video link villanos cabello).

Solución para los daños

Es mucho más fácil tratar el cabello antes de que se dañe que tratar el cabello dañado. Lamentablemente, una vez que la cutícula se daña significativamente, su estructura no puede repararse en un 100%. En este caso su mejor arma es la henna y la cassia. La estructura interna del cabello depende de fuertes enlaces de azufre y enlaces más débiles de hidrógeno. Sin suficiente hidratación, puede reducirse el número de enlaces de hidrógeno. El uso de acondicionadores naturales permite el restablecimiento de los enlaces de hidrógeno y mejora el contenido de humedad del cabello dañado al incrementar la impermeabilización de la cutícula.